En la temporada 1982-83, en un último y agónico partido en el Román Valero ante el eterno rival Real Club Deportivo Carabanchel se pierde 0-1, fallando un penalti que Moya estrella contra el larguero en el minuto 75. Esto significó un duro golpe para el gran presidente Román Valero y el final de su mandato, ya que presentó su dimisión después de 25 años al frente del club. En el partido de ida en Hamburgo, igualaron 1-1 por lo que todo se definió en el partido de vuelta.