En el Torneo Clausura 1998 aumentó aún más le eficacia que había mostrado en el anterior, llegando a marcar 12 goles en 15 partidos (promedio de 0,80), y nuevamente le hizo un gol a River Plate en su segundo superclásico (11/04/98), confirmándose como ídolo de la hinchada. Ese mismo año marcó su primer gol en torneos internacionales ante Colo-Colo de Chile por la Supercopa Sudamericana en el empate 2-2, siendo su único tanto en cuatro partidos disputados.
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